lunes, agosto 11, 2008

Ser marica... cuestión de hombres.

Ser marica, cuestión de hombres.

Por Manuel Velandia.

Lea texto completo en http://www.semana.com/wf_InfoBlog.aspx?IdBlg=29

En los años 40 en Bogotá, Colombia, a los homosexuales se les llamó "Josefinos"; posteriormente, en los 60 se les denominó "de ambiente"; un poco mas tarde, en los 70, se puso muy de moda entre los homosexuales llamarse a sí mismos "gay"; muy a finales de los 80 y el inicio de los 90 se introdujo la moda de denominar a los heterosexuales "straight". ¿Si el heterosexual es "straight", yo soy torcido? Tan sólo se explica lo que es extraño, diferente, anormal, lo que no es la maravillosa heterosexualidad. Si ustedes consultan cualquier libro sobre la sexualidad que explique las orientaciones sexuales encontrarán que más del 75% de sus páginas se dedican a la homosexualidad, un 15% a los y las bisexuales y el porcentaje restante, a las lesbianas; porque ellas por ser mujeres "no existen" y no requiere explicación aquello que no existe. Los heterosexuales parecieran ser el modelo que no requiere explicación. No soy un gay, aun cuando semánticamente la palabra tenga existencia en español. En inglés gay, en su significado primigenio, es alegre, divertido y a partir del movimiento de Stone wall, en 1969 se le agregó la connotación militante a la idea de lo gay. No uso la palabra gay porque como acto político de resistencia, en el movimiento homosexual colombiano, decidimos usar la palabra "guëis", para referirnos a esos militantes homosexuales. Se pronunciaba y escribía tal y como un hispano-parlante común y corriente como usted o yo, lo haría. Tampoco soy gay, porque cuando pienso en mi amor por otros hombres no siempre me pienso como un sujeto político (...) No soy un homosexual porque (...) yo, no soy un enfermo, tampoco lo considera así la Organización Mundial de la Salud (OMS). La palabra "homosexualidad" sugiere muchas cosas distintas, (...) Soy una marica, (...) "Soy una mariquita": la más minúscula de todas, no por bajita, sino porque deseo reivindicar en mi a la más excluida de todas las excluidas, la "loca mariquita". Soy "loca" (...) "soy una loca mariquita". (...) Usted puede denominarme como guste, esa es su decisión, que la mía es ser feliz, y eso es lo que soy.

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