domingo, agosto 29, 2010

Matrimonio Homosexual


La Corte Constitucional se apresta a tomar trascendental decisión
Un debate de alto calibre sobre el matrimonio homosexual.

La discusión está al rojo vivo. Un experto constitucionalista argumenta por qué el Procurador no representa a la sociedad sino a la Iglesia Católica.

A escasas semanas de que la Corte Constitucional resuelva de una buena vez si las parejas del mismo sexo pueden ser consideradas como una familia y, en consecuencia, contraer matrimonio, la polémica está más encendida que nunca. “La unión homosexual ni es matrimonio ni es familia”, respondió esta semana el procurador Alejandro Ordóñez en torno al anuncio de la alcaldesa de Chapinero (Bogotá), Blanca Inés Durán, de formalizar su unión con su prometida. Desde esa trinchera, Ordóñez sigue defendiendo que el matrimonio es un contrato solemne entre un hombre y una mujer con el fin de procrear, y que la familia se constituye por decisión libre de una pareja de convertirse en marido y mujer.

Posición que refrendó la Conferencia Episcopal en concepto enviado a la Corte, en el cual se refiere a que las conquistas en el reconocimiento de los derechos de las personas homosexuales no podrán llegar jamás a equipararse con el concepto tradicional de matrimonio. Una avalancha de intervenciones ciudadanas, incluidas 10 universidades, Naciones Unidas y otros organismos, ha sido aportada al expediente que estudia la magistrada María Victoria Calle. En el entretanto, 63% de los bogotanos manifestaron su aprobación hacia las tan polémicas uniones, según encuesta divulgada el pasado jueves por la Secretaría de Planeación de la capital; la madre de la alcaldesa de Chapinero se declaró libre de prejuicios con el asunto y la comunidad LGBT insiste en que se está legislando con la Biblia.

Las críticas de siempre le siguen lloviendo al procurador Ordóñez por el concepto que rindió el pasado 6 de julio ante el alto tribunal. Con su tono reposado, el jefe del Ministerio Público las controvierte, Carta Política en mano: “El ordenamiento jurídico dice claramente que (las parejas homosexuales) ni son familia ni son matrimonio y no se puede escandalizar nadie. Si se escandalizan se están escandalizando de lo que dice la Constitución, se están escandalizando de la ley”. En la otra orilla, la alcaldesa Durán cuestionó si la posición de Ordóñez es jurídica, dogmática o religiosa. Una tesis que ha venido esbozando desde una perspectiva académica el doctor en derecho constitucional y profesor de la Universidad Externado Carlos López.

Según él, en sus posiciones sobre el matrimonio o la posibilidad de adopción de los homosexuales, Ordóñez, en lugar de ser garante de los derechos de la sociedad, “traslada su vocación teológica a la teoría de los derechos fundamentales, cosa prohibida desde toda racionalidad, pues la Biblia no es fuente del derecho y menos puede serlo de los derechos humanos”. El Procurador reiteró que en la Constitución la familia es la institución básica de la sociedad y el matrimonio es la forma consagrada para constituirla y, en ese contexto, advirtió que en una unión “el marido lo es por la mujer y la mujer lo es por el marido”. A renglón seguido añadió en su concepto que el matrimonio se funda en la dimensión sexual, “porque la mujer y el varón son portadores de una humanidad completa”.

Una idea que ya había esbozado cuando debió pronunciarse sobre la posibilidad de que las parejas del mismo género pudieran adoptar. En la página 37 de su concepto enviado a la Corte Constitucional en febrero de 2009, se lee que “la familia es la forma humanizada de consanguinidad humana”. De acuerdo con el doctor en derecho constitucional Carlos López, esta expresión es la columna vertebral de la postura de Ordóñez, y en su criterio, tiene un origen más bíblico que jurídico. Pero además, López sostiene que esa frase fue tomada por el Procurador, sin que fuera citado, de un ensayo sobre el derecho a contraer matrimonio según las leyes romanas, publicado por Pedro Juan Viladrich.

De acuerdo con López, si uno pone esta idea clave en un buscador de internet, encontrará el ensayo de Viladrich, en donde casi que se teologizan los derechos humanos. Pero, ¿quién es Pedro–Juan Viladrich? Ni más ni menos que toda una institución del derecho matrimonial y familiar, con más de 60 libros y publicaciones, editado y publicado en seis idiomas. Según su currículo, ha sido conferencista en más de 20 países e incorporó el estudio del matrimonio y la familia en la universidad, tesis que han sido apropiadas por academias en Argentina, Perú, Chile y, en el caso de Colombia, en la Universidad de la Sabana, donde ha sido profesor invitado. La relación más interesante se desprende al saberse que también es profesor de la Universidad de la Santa Cruz de Roma.

Esta alma mater responde a la iniciativa de San José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, para crear un centro universitario y servir a la Iglesia en la formación de las ciencias eclesiásticas. En la Universidad de la Santa Cruz se enseña derecho canónico. Según López, esta conexión entre Ordóñez y Viladrich se explica en dogmas religiosos. El Procurador es seguidor de la doctrina lefebvrista, considerada una de las alas más radicales de la Iglesia católica, y en este sentido el profesor López arroja la teoría de que Ordóñez no sólo no citó a Viladrich en su concepto, sino que de esa corriente se nutre para camuflar sus creencias. Su estudio aporta nuevos elementos al debate.

La Corte Constitucional se apresta a emitir un fallo sobre el asunto. ¿Redefinirá la noción de familia y matrimonio? Durante ocho meses, el trámite de esa demanda fue suspendido mientras se resolvía una recusación en contra de Ordóñez porque los demandantes alegaban que ya había prejuzgado.

Finalmente, Ordóñez emitió su concepto y a rajatabla sigue considerando que las uniones homosexuales no tienen como fin la preservación de la especie humana y no pueden adquirir el carácter de matrimonio o familia. En contravía, académicos, abogados y activistas responden que no aguantan más tratos discriminatorios hacia la comunidad LGBT.

Por lo pronto, la madre de la alcaldesa de Chapinero cuenta que cuando le dicen que es pecado lo que hace su hija, ella piensa en los horrores cometidos por tantos curas.

martes, agosto 17, 2010

Contra el matrimonio gay

Por: Héctor Abad Faciolince

LA CONFERENCIA EPISCOPAL ACABA de producir un sesudo documento en el cual desaconseja a la Corte Constitucional que apruebe el matrimonio para las personas del mismo sexo.

Por una vez estoy completamente de acuerdo con los obispos católicos, aunque tengo la impresión de que estamos de acuerdo por motivos muy distintos. Yo estoy en desacuerdo con el matrimonio gay por la sencilla razón de que también estoy en desacuerdo con el matrimonio heterosexual. Estoy en contra del matrimonio tout court, o de plano. Si lo típico de la cultura contemporánea es lo precario, lo “eterno mientras dura” y lo inseguro, la vieja y venerable institución matrimonial no tiene mucho sentido en el mundo de hoy. En particular el matrimonio católico, que se contrae hasta-que-la-muerte-nos-separe, es un anacronismo insensato, casi imposible de aplicar.

El matrimonio mahometano, tal como lo propone el Imán Jomeini en sus Leyes prácticas del Islam, me parece en cambio mucho más razonable y natural que el católico, aunque habría que hacerle algunos pequeños ajustes. La poligamia, con un número máximo de cuatro esposas por hombre, me parece una opción cara, pero sensata. Habría, eso sí, que complementarla también con la autorización de la poliandria, es decir, que también las mujeres puedan tener hasta cuatro maridos, si les da la gana, aunque yo a ellas les aconsejaría que se limitaran a dos, uno para el sustento y otro para el contento, y pare de contar, por lo pesados y mandones que solemos ser los machos.

En todo caso no es la institución de la poligamia lo que más me gusta del matrimonio islámico. Lo más sabio de esa cultura es el denominado “matrimonio temporal”. Según el esclarecido Imán Jomeini, hay dos tipos de matrimonio: el permanente y el temporal. En el matrimonio temporal, lo importante es que en la ceremonia debe indicarse la duración del mismo. Puede ser “por una hora, un día, seis meses, un año o más”. Lo que uno decida, y al final, si están amañados, el vínculo se puede prolongar. En el matrimonio temporal se le da una cierta dote a la mujer, pero ésta “aunque esté embarazada, no tiene derecho a reclamar ni herencia ni manutención del marido”. Tampoco el marido “tiene derecho a la herencia de su esposa ni tendrá la obligación de vivir permanentemente con ella”. Lo que sí es obligatorio es un mínimo de comercio íntimo pues “el esposo no podrá dejar de tener relación sexual con su mujer por más de cuatro meses”, lo cual no me parece que sea pedir demasiado.

Dicen los eximios obispos de Colombia que “científicamente se ha demostrado que los homosexuales se hacen, no nacen, por lo que aceptar el matrimonio gay sería crear un ambiente proclive a la homosexualidad”. Ignoro qué científicos consultarán los obispos, pero por todo lo que yo he leído la condición de homosexual es mucho más genética que adquirida. De hecho los hijos adoptivos de parejas gays no tienen más tendencia a ser homosexuales que los hijos adoptivos de parejas heterosexuales. En cualquier cultura hay entre un 7 y un 12% de personas homosexuales. Si a ser gay se aprendiera por el ejemplo, habría muchos más curas gays, dados ciertos hábitos de los seminarios.

Yo creo que las parejas gays deberían tener los mismos derechos legales y patrimoniales que las parejas heterosexuales a las que se les reconoce la unión libre. Pero de ahí a querer un rito o una ceremonia civil, el paso es muy largo. El matrimonio gay, y perdónenme la palabra, me parece una maricada. Si lo admirable de quienes viven abiertamente como gays es su inconformidad social, ¿por qué caer en el ridículo conformismo del matrimonio?

Termino dando un testimonio personal. A mi tierna edad no me he casado nunca y espero no caer jamás en tentación; tengo dos hijos a los que quiero profundamente —y ellos no me desprecian—; mantengo buenas relaciones con casi todas las mujeres con las que alguna vez tuve trato íntimo, y espero morir virgen en un solo sentido: el matrimonial. Sostengo que nadie debería casarse jamás.

jueves, julio 15, 2010

Entrevista a un Heterosexual


*Javier Sáenz

¿Cuándo descubriste que eras heterosexual?

Bueno, eso es algo de lo que te vas dando cuenta poco a poco. A los 12 o 13 años, en el colegio, notaba que me fijaba en las chicas; incluso tenía una maestra que me parecía muy guapa, pero por supuesto no me atrevía a comentarlo con mis compañeros. Luego, en el instituto, cada vez estaba más claro que deseaba a las mujeres; eso hizo que me sintiera fatal, pues en casa, en el colegio y en la parroquia nos habían dicho siempre que la heterosexualidad era algo horrible, que era pecado, cosa de anormales; así que yo lo vivía entonces como una monstruosidad.

¿Y cómo tuviste tus primeras relaciones heterosexuales?

Fue bastante complicado, porque no estaba seguro de que también hubiera chicas heterosexuales; es más, nunca había visto alguna. El caso es que unas vacaciones fui a veranear a Sitges, y paseando por la playa, al anochecer, vi que había bastantes chicas y chicos solitarios mirándose, e incluso en parejas. Una chica me dio conversación y a las pocas horas estábamos haciendo el amor en la arena. Ella fue quien me introdujo en el ambiente heterosexual.

¿Qué opinas de los bares de ambiente heterosexual?

No sé qué decirte. Por una parte están bien, porque son bares donde puedes ligar con una chica sin que la gente se ría de ti, y donde sabes que las chicas también son como tú. Pero, por otra parte, creo que generan una especie de gueto; ahí puedes ligar con chicas, pero fuera, en la vida cotidiana, nada cambia; te sigues reprimiendo y ocultando tu heterosexualidad.

¿Te costó aceptar tu heterosexualidad?

Sí, mucho. Al principio te echas, piensas que eres una especie de anormal o enfermo porque oyes siempre a tus amigos y a todo el mundo reírse de los heterosexuales, y te han educado para que no concibas que un hombre y una mujer puedan quererse. Luego ves que hay mucha gente como tú, y conoces que en otras culturas o en otras épocas la heterosexualidad es una conducta como cualquier otra. Entonces empiezas a preguntarte cómo se ha generado tanto odio contra algo tan hermoso como el amor entre hombres y mujeres, y no lo puedes entender. Además, la gente a menudo tiene mucho miedo de ti cuando se entera pues piensa que quieres violar a las chicas o algo así; la verdad es que me cuesta comprenderlo. Creo que es una cuestión cultural, porque que cada sociedad tiene conductas racistas o de segregación, y ésta es una de ellas. Es curioso cómo te enseñan a vigilar tu propia conducta, a percibir tus sentimientos como algo específico, como algo raro.

¿Qué opinas de que los heterosexuales lleguen a tener los mismos derechos que los demás ciudadanos?

Creo que debe ser una conquista fundamental. Supongo que, con el tiempo, la sociedad se dará cuenta de que no es justo que simplemente por ser heterosexual, una persona no pueda gozar de los mismos derechos básicos que tienen otras parejas, como casarse, disfrutar de subsidio de vivienda, tener ventajas en alquileres, hacienda o para comprar casa, derechos de herencia o simplemente para trabajar; es como si tu vida de pareja no fuera verdadera, como si fuera de segunda clase. Hay empresarios que cuando descubren que eres heterosexual te despiden o, por el contrario, no te contratan. En realidad me gustaría que la orientación sexual no dependiera del Estado ni de las leyes. Ni siquiera creo demasiado en esas categorías de homosexuales que desearían tener relaciones con chicas y no se atreven por miedo: lo viven en la clandestinidad. Yo creo que la sexualidad, sea lo que sea eso, es algo mucho más diverso y complejo que lo que nos enseñan. Cada uno es un mundo, no somos binarios como los ordenadores.

¿Qué opinas de las declaraciones de Juan Pablo II condenando la heterosexualidad como pecado?

Eso es una barbaridad. El papa pertenece a una especie cavernícola que espero que se extinga con los años. El catolicismo oficial siempre ha sido muy duro contra la heterosexualidad (bueno, no siempre según Boswell), pero es increíble que a fines del siglo XX el papa siga atacando esta conducta sexual. Creo que está haciendo mucho daño, porque esas opiniones tienen influencia sobre un sector de la sociedad.

Tú eres maestro de profesión; ¿tu condición sexual te plantea problemas en tu vida laboral?

Sí, en la medida en que tengo que ocultarlo a toda costa. Incluso si a veces adopto ademanes masculinos o viriles, se me escapa la voz grave, etc., en seguida empiezo a ser sospechoso. Muchos padres piensan que los varones heterosexuales nos dedicamos a corromper a las niñas (o niños, si es una mujer), que somos un peligro para la socialización de sus hijos, o algo así (no me extraña que lo piensen, dada la imagen con que se nos presenta en las películas: sicópatas, drogadictos, etc.). Creo que si se educara a los niños desde pequeños en la diversidad, sin patrones cerrados de sexualidad, su vida futura sería mucho mejor. Me hace gracia ver a amigos presuntamente progresistas y revolucionarios que, sin embargo, no dejan de hacer comentarios agresivos contra los heterosexuales, y usan las típicas expresiones insultantes como «machote», «torero», «tío», «ése tiene cojones», «los tiene bien puestos», «pecho lobo», etc., cuando ven a alguien con pinta de heterosexual.

Como heterosexual, ¿tienes miedo a contagiarte del sida?

Esa es una pregunta perfectamente estúpida. El sida se transmite por vía sexual, sea cual sea la orientación sexual de la persona. Este enfoque sensacionalista de la prensa y las películas de que el sida afecta más a los heterosexuales es falso, y la sociedad debería saberlo; la categoría de grupos de riesgo es absurda, pues lo que existen son prácticas de riesgo. He visto seis películas sobre el sida este año, y en todas ellas el protagonista, enfermo de sida, era heterosexual. ¿Qué te parece?

¿Tus amigos saben que eres heterosexual?

Digamos que en eso tengo la suerte de contar con unos amigos estupendos, con pocos prejuicios sobre el tema, a quienes por supuesto no les he ocultado nada; incluso conocen a mi novia y no perciben esto como algo anormal. Es más, con el tiempo algunos de ellos me dijeron que también eran heterosexuales. Pero aparte de los amigos, a menudo es duro no poder ir por la calle de la mano de mi mujer, ni besarla, ni mirarla como se mira a alguien cuando lo quieres. Esa vigilancia de uno mismo te duele, te sientes controlándote, pensando siempre en el que dirán.

*Por petición expresa, hemos omitido el nombre de la persona entrevistada.

viernes, abril 30, 2010

Porqué votaria por Mockus


Cuando nací, en julio de 1974, el presidente electo era el liberal Alfonso López Michelsen. Poco supe de él. Sólo que se inventó una ventanilla siniestra para que los narcos lavaran la platica en el Banco de la República y que su primo hermano, Jaime Michelsen Uribe, desfalcó al grupo Grancolombiano en miles de millones de pesos dejando en la calle a muchos ahorradores.

Luego, cuando tuve alguito de uso de razón, en 1978, fue electo el también liberal Julio César Turbay Ayala. De él supe un poco más, pero no más alentador. Tenía una política que se conocía como el Estatuto de Seguridad que en el papel era para preservar la democracia y en la práctica era para matar a comunistas armados y desarmados. Además, el M-19 se le tomó una embajada llena de embajadores y se le fueron para Cuba muertos de la risa. Para la posteridad sólo lo recordaría como la inspiración de los mejores chistes idiotas de idiotas que hubiese podido escuchar. Ahora para contárselos a mi hijo le tengo que hacer una clase de historia de este pintoresco personaje.

Después, en 1982, con algo de criterio infantil, el mejor de todos, vi como un ser salido de la poesía recitaba discursos con un tono que fácilmente curaba el insomnio de cualquier esquizofrénico. Había derrotado a un pelado joven de greñas rebeldes, bigote novelero y carisma arrollador y al cuchito López que era viejito desde que yo era un bebé. Ese joven era Luis Carlos Galán Sarmiento, a quien le debo mi amor por los temas políticos y el odio por la política y su uso nacional, no por su ejemplo, sino porque esa política lo asesinó. A Belisario, con ese tono que le salía con su paquidermismo para actuar, el M–19 también, mandado por Pablo Escobar, se le tomó la Corte Suprema de Justicia y masacró el único poder público respetable en el país. Si de verdad el “M” hubiese querido hacerle un favor al país, se hubieran metido al circo del frente cruzando la Plaza de Bolívar. Con Belisario empezó el narcoterrorismo también. Antes de lo del Palacio, los narcos mataron a su Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla y empezó la cacería de jueces, magistrados, periodistas y todo al que se les opusiera. Belisario no era un Presidente, era un poeta jugando a mandar y mandaba con poesía barata y resultados costosos a merced de quien de verdad pudiera mandar.

Un país subyugado al narcotráfico le tocó recibir a Virgilio Barco Vargas en 1986. El tipo no era malo, pero estaba enfermo. Cuando tenía lucidez sabía gobernar, cuando no, su secretario privado negociaba el país con los narcos. Ya no hablaba bien, el altzhaimer lo tenía consumido.

Después Cesar Gaviria, en 1990, asumió la presidencia por casualidad, por error, porque mataron al verdadero Presidente, Luis Carlos Galán Sarmiento. Gaviria no fue un Presidente, fue un negociante. Sabía que debía combatir el narcotráfico pero también que tenía que quedar bien con todo el mundo. Con las encuestas, con los gringos, con el Congreso, con la oposición… vendió el alma a Dios y al diablo, jugó en todos los bandos, pasó por encima de la conciencia moral de sus políticas y mandó a Colombia de nuevo a la guerra narcoterrorista por apresar y dejar volar a un megaasesino como Pablo Escobar a quien después tuvo que matar.

Después llegó Samper en 1994. Él quería ser Presidente. No importaba cómo. Y fue presidente apoyado por el narcotráfico. Lo pillaron y no pudo gobernar pero se pudo salvar de la cárcel que merecía porque compró a sus investigadores, corruptos congresistas. Terminó su mandato, pero no gobernó.

En 1998 llegó Pastrana, aún más ingenuo y tonto que Belisario, con la misma “nobleza” bienintencionada que sólo le dio más poder a la guerrilla para que secuestraran al país entero.

En 2002, un hombre de hablar paisa enérgico devolvió la fe al país. Álvaro Uribe Vélez. De carrera política intachable. Desde concejal hasta presidente siempre un ejemplo de “varón”. Iba a acabar con la guerrilla, malditas cucarachas de agua puerca. En 4 años el país estaría depurado de esta lacra que el bobalicón de Pastrana dejó crecer como espuma. 4 años no fueron suficientes y se hizo reelegir en 2006. Volvió a arrasar. 4 añitos más y las cucarachas rogarían piedad ante el Baygón Uribe. Entre tanto, sus amigos los paras se iban a negociar con los Estados Unidos irrisorias penas a cambio de su silencio en Colombia y dejar gobernar al patrón. Los terratenientes legalizaron las tierras que usurparon a los campesinos y les dieron platica del Gobierno para poner a producir tierra abonada con sangre. Los ricos acapararon las riquezas y los pobres engrosaron los cinturones de miseria de las ciudades. Los ricos pudieron llegar más fácil a Anapoima y los pobres llegaron más fácil a ser más pobres. Sin embargo, hubiese ganado otra vez en 2010 para tener 4 años más para matar a esas malditas cucarachas de “la far” si la Corte Constitucional no salva la poquita dignidad nacional.

Ahora unos quieren seguir sus pasos, otros se bajaron de ese bus para coger su propio taxi y otros piensan que las cosas se pueden hacer de una forma distinta. Yo no apoyo lo que hizo Uribe porque acabar con guerrilleros no es acabar con la guerrilla, porque acabar con los pobres no es acabar con la pobreza, porque darle la plata a los ricos no es generar equidad, porque negociar con los paras no es acabar con el paramilitarismo, la terratenencia y el narcotráfico, porque ha mantenido su castillo sobre sólidos cimientos de corrupción, porque tuvo un DAS de bolsillo para hacer torcidos, porque quienes lo apoyan están en su mayoría en la cárcel por hampones, porque es un buen gobernante para los ricos dentro de un esquema rancio y corrupto, en el que las élites se mantienen como opresores de una base ignorante y torpe que se deja dominar. Eso para mí es Uribe y yo no quiero más de eso, porque él representa una cultura mafiosa que se vale de lo que sea para sostener el poder, así el poder socabe las bases de una sociedad más justa. Me indigna que sus hijos se hayan enriquecido por las bondades de las influencias mientras no se puede tratar mejor a las víctimas de la violencia porque no hay platica y colapse el sistema de salud con la emergencia social porque no hay platica cuando sus hijos rebosan de rechonchos de lo millonarios que se hicieron en estos 8 años. Para mí este gobierno ha sido un asco y me ratifico, es un asco elitista, plutocrático y corrupto. Además sigue habiendo guerrilla, tanta, que ya son presidentes del país vecino. Entonces, en el fondo, no logró ni siquiera la única tarea que se le había confiado.

Ahora, yo si quiero algo distinto. Algo que rompa culturalmente con este ciclo de politiqueros que nos han venido gobernando. Turbay fue enterrado con los máximos honores. López fue enterrado con los máximos honores. En mi concepto, merecen escupitajos sobre sus tumbas, una bandera rota y tirarlos como injustamente lo hicieron con los falsos positivos, por ahí en cualquier potrero. Seré duro y no me importa porque no tengo el poder para que le importe a alguien, pero estas ratas lo único que hicieron fue arraigar una cultura mafiosa que hoy hace más valioso a un sicario rico que a un campesino pobre. Belisario y Pastrana fueron la pequeña patria boba en dos cuotas diferidas a 16 años que le permitieron a la guerrilla fortalecerse como los hampones que son. Samper es el ícono vivo del cinismo politiquero. Consultor de las causas morales cuando gobernó con total inmoralidad. Le haría un funeral con honores, si fuese necesario, si cumpliera la condición para ser beneficiario de un funeral.

Yo quiero algo distinto. Cuando en 1993 un tipo desconocido con nombre raro, rector de la Nacional, se bajó los pantalones para mostrarle el culo a unos estudiantes saboteadores pensé dos cosas: una, si fuera marica este man no me gustaría… que culo tan desagradable, y dos, este tipo es un berraco, se bajó los pantalones frente a unos manes que le pudieron haber insertado una bomba molotov por el recto. Creo que este tipo es valiente. En ese año era un adolescente de pensamientos básicos y vulgares que conservo hasta hoy un poco más retóricos. Pero si me quedó la sensación de que ese tipo iba a hacer algo importante. No creí que fuera a ser político porque el tipo no le cae bien a nadie. Habla aburridor, mueve las manos como si las palabras se le fueran a caer y es más enredado que un bulto de anzuelos. Además se peina como un meme y no tiene nada de carisma. A mi me cae bien porque creo que soy solidario con quienes solemos caer mal. Pensé que por ser inteligente la política no le iba a gustar. Pero no. Se lanzó a la alcaldía de Bogotá y por primera vez en la capital arrasó el voto de opinión. Puso mimos y gente disfrazada para que se respetara la cebra. A mi me caló porque hasta ese momento, pensé que la cebra sólo servía para que se notara mejor la sangre de los peatones atropellados. Habló de “cultura ciudadana” algo inhóspito para muchos y para muchos sólo logró que los carros no pisaran la bendita cebra.

El tipo siguió por ahí dando lora y volvió sin atenuantes a la alcaldía a seguir haciendo lo suyo. Sólo que ahora tenía puentes para mostrar, Transmilenio para moverse y muchas cositas más que dejó Peñaloza, un buen ejecutivo. Si por mí fuera, hubiese querido que Peñaloza y Mockus se hubieran sucedido en la alcaldía de Bogotá hasta que los dos se murieran. Bogotá progresó siglos que el Polo está logrando hacernos reversar de nuevo. Uno haciendo cosas y el otro enseñándolas a usar. Una chimba la verdad.

Mockus es un tipo honesto. Manejando ese monstruo de ciudad jamás se le hizo un escándalo de corrupción a él. Quizás a sus subalternos, porque es un tipo que confía aún en la gente. Grave error. Jamás actuó mal deliberadamente. Dejó tirada la alcaldía para ser presidente. Grave error. Tenía que terminar la tarea bien hecha y no lo hizo. Pero ya pidió perdón, y yo, ya lo perdoné.

El tipo sabe de cultura, habla de cultura, infunde cultura, pulula cultura y no en el sentido erudito y odioso del profesor Bustillo, la cultura de verdad, la que forma ciudadanos y ciudadanía, la que permite convivir en paz y no con las “Convivir”. Yo creo en eso y a eso le apuesto. Siempre dejamos esa tarea para mañana porque primero hay que acabar con los “narcoterroristas de la far” mientras los narcoterroristas de la far toman ron con Chávez pensando cómo es que van a invadir a este pueblo lleno de ignorantes porque la revolución bolivariana lo va a amoldar todo con su reencarnación venezolana de Bolívar. Yo quiero ciudadanos que sepan en su intelecto por qué Chávez está loco y no ciudadanos que lo reten a pelear para que “sea varón”. Varones por montones en los cementerios es lo que hay en este país. Yo quiero ciudadanos para que sean los ciudadanos concientes los que repudien a las Farc, y no un cúmulo de militares adoctrinados para dar positivos así sean falsos. Yo quiero ciudadanos para construir identidad nacional no por la carnita y los huesitos sino por el cuaderno y el esfero. Yo quiero ciudadanos que sean capaces de aborrecer la corrupción y tumbar a un presidente corrupto como Samper y no unos humildes lacayos de salario mínimo que por no perder su puestico respalden al que sea por un tamal y una cerveza.

Quiero ciudadanos y los quiero ahora, no mañana, no en cuatro u ocho años. Los quiero ya. Mockus encarna eso y a eso le apuesto. Un tipo que habla enredado pero entiende fácil que es la cultura la que hay que cambiar. La cultura del vivo, la cultura del mafioso, la cultura del corrupto… esa cultura hay que cambiarla. La guerrilla hay que desestimularla con ciudadanía y conciencia, no con plomocracia, para que se extingan sus causas históricas. Porque la revolución está en las mentes, no en los fusiles. Porque así matemos a todos los guerrilleros siempre habrá un terrorista que haga daño amparado en las injusticias del sistema y la opresión y dominación de una élite recalcitrante así ese terrorista sea un simple hampón. La seguridad democrática es inocua si no hay autoridad moral de quien la ejerce. Y Mockus algo si tiene. Autoridad moral, honestidad y unas ganas inmensas de cambiar una cultura que clama a gritos ser cambiada. No mañana, no en cuatro años, no en ocho años cuando acabemos con “la far”. Lo necesitamos YA, a partir de este instante para tener un punto de inicio e inflexión, para cambiar de raíz y no de hojas. Porque las hojas se van en otoño y vuelven en primavera pero el árbol torcido, torcido se queda. Es hora de cambiar la cultura y la oferta está hecha. Se llama Antanas Mockus Sivickas. Desde que mataron a Galán me prometí no apoyar a nadie. Con él mataron mis ganas de participar con ahínco en estas lides. Pero Mockus es un buen tipo, como lo era Galán. Galán era buen político. Mockus no, es malo, muy mal político, no sabe de eso, gracias a Dios. Porque como buenos políticos murieron Turbay, López, Barco y quizás lo hagan Belisario y Pastrana. Samper que se muera como quiera. Pero que nos haga el favor un día de estos. Buenos políticos pero pésimos ciudadanos. Yo prefiero a este ciudadano mal político.

Y digo que “votaría” por él porque no puedo votar. Estoy en Buenos Aires y mi cédula no está inscrita acá. Pero si logro convencer a uno, a sólo un lector o lectora para que vote por él, estaré tranquilo con mi conciencia electoral y volveré a mi Colombia tratando de ver nuevos ciudadanos, esos que respetan la cebra sin preguntar por qué hacerlo y que no se robarían el erario público porque saben que esa platica es de todos.

Sí, votaría por Antanas Mockus para iniciar desde el gobierno el cambio cultural que nos permita entender que un campesino merece más atención que un mafioso y que esto quede escrito en un cuaderno y con un esfero para que no se nos olvide como sociedad. Por eso votaría por Mockus".

Debe tener un autor pero no me se el nombre para darle el credito. ¡¡Reflexionemos!!!

viernes, marzo 26, 2010

La godarria renacida...

EN LAS FAMILIAS DE LOS CONSERVAdores no hay maricas. Nunca, ni uno solo, ni entre los primos lejanos, ni entre los tíos cercanos, y menos entre los hermanos, jamás.

A este pecado lo llaman pederastia y para ellos los liberales son eso: pederastas. Todas sus bodas son heterosexuales y felices, porque los godos no son infieles tampoco: los matrimonios les duran toda la vida, porque ellos nunca han deseado a la mujer del prójimo, ni fornican, ni se masturban, ni se les ocurren malos pensamientos. Además tienen muchos hijos: todos los que mi Dios les quiera mandar. Los neocons no beben; tal vez bebieron en la lejana juventud, pero ahora no se toman ni un vinito disuelto en agua bendita. No han probado la marihuana. ¿La coca? ¿Qué es eso? No les falta la corbata ni siquiera al desayuno: los godos siguen las formas, visten a la antigua, se reconocen entre ellos por los zapatos recién embetunados.

Los conservadores oyen misa entera todos los domingos y fiestas de guardar. Comulgan con la cabeza gacha. Y rezan el rosario. Y el Magníficat. Y los mil Jesuses. Dan limosna a los gritos. Se confiesan (¿pero de qué?) por Pascua de Resurrección. Los godos creen que lo que ha hundido a Colombia es la falta de valores, el alejamiento de la práctica de los sacramentos, el olvido de Dios. ¿La pobreza? La pobreza es (los godos saben inglés) “a blessing in disguise”, una bendición disfrazada, pues ya lo dijo Jesús en el Sermón de la Montaña: bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Los godos no tienen sexo antes del matrimonio; postergan el gustico. Llegan vírgenes a la luna de miel, hembras y hombres. Odian la píldora (que vuelve adúlteras a las mujeres) y el condón (que propicia la promiscuidad). Los conservadores quieren prohibir la dosis personal, que es causa de la perdición de nuestra juventud. Y creen que es conveniente que la gente permanezca en la clase en la que nació, sin pretender subir, sin que impuestos indebidos los hagan bajar. La herencia, el patrimonio, la tradición, la familia: ahí están los bastiones de la nación.

Los godos son antisemitas, porque detestan que muchos judíos tengan plata. Admiran los regímenes árabes teocráticos, porque allá sí se toma en serio la religión. Y odian el aborto, los métodos anticonceptivos, porque así se atenta contra la vida humana. Pero adoran la pena de muerte, eso sí. Y bendicen las armas, las defienden, y veneran al Ejército; ven un General y tienen una erección, le besan la espada como al obispo en anillo, y quisieran que todos los ciudadanos de bien (y ellos definen quiénes son los de bien) andaran armados, para defender el honor de la patria (los godos aman la palabra “Patria” y la pronuncian con mayúsculas) y para matar a tanto guerrillero que anda suelto por ahí.

Para resumir: lo que define a los godos es la hipocresía. Son hipócritas. Porque predican todo esto y viven en concubinato. O son tan infieles como cualquier otro. Y no salen del clóset porque son cobardes. Y van donde las putas a horas más oscuras, esperando que nadie los vea, y se ponen condón (porque saben que les previene la blenorragia). Y evitan los hijos cuando ya tienen dos. Y se emborrachan tanto o más que nosotros, pero se hacen los que no. Y han probado de todo, pero al escondido, y negándolo incluso por la santa cruz. Y adoran a los pobres, supuestamente, pero nada les interesa más que la plata, los negocios, y no sólo salir de la pobreza sino acrecentar por cualquier medio la riqueza. Y se creen impecablemente vestidos pero los pies les huelen y el cuerpo les suda, y van al baño, y hieden como cualquiera de nosotros, no son cuerpos gloriosos. Y hablan tan mal inglés como nosotros, pero disimulan mejor. Y les aprieta la corbata, y les estorba, pero las formas son las formas.

Y son antisemitas pero contratan a Yair Klein, que les enseña a matar, y no mueven un dedo por los palestinos. Y dicen amar la Patria, pero sacan de ella sus ahorros y sobornan a los funcionarios de Catastro, y capan impuestos. No llegan vírgenes al matrimonio. Y cometen adulterio. Y se hacen la paja. Y son tan humanos como nosotros, sólo que viven en un mundo ficticio: un mundo del deseo, del sermón moralista, de los grandes aspavientos éticos. Son una farsa asquerosa y en su carita de falsos santos se les ve. Como este hijo que le resultó al gran Legionario de Cristo. Basta escarbar un poco. No nos dejemos engañar.

Por: Hector Abad Faciolince - Columnista Diario El Espectador.

martes, febrero 09, 2010

No nos consta - Tola y Maruja

— Oites Tola, muy galleta tu idea de que nos vamos pa Medellín a estudiar el bachillerato en la noturna.
— Pues claro… Matamos dos pájaros de un tiro: hacemos el bachiller y Uribe
nos paga cien mil pesos mensuales como informantas.
— Matamos tres pájaros, porque el profesor que nos coja cargadilla lo
sapiamos.
— Es que nos toca rebuscar la platica mi estimada Maruja porque ahora con
los nuevos decretos del Plan Obligatorio de Salú, el famoso POS, los pobres
quedamos como Pirulo.
— Contame bien Tola cómo es la cosa.
— Ay, mijita… Téngase fino porque ya los enfermos vamos a tener que pagar lo que no incluya el POS, o sea todo lo distinto de Loratadina… Yo por lo menos ya me dispierto por la mañana, le doy gracias a Dios por tenerme aliviada y le rezo: Señor, si por pecadora me vas a mandar cualesquier enfermedá, que por favor esté incluida en el POS.
— Ay, Tola… ¿Qué vamos a hacer? ¿Y qué pasa si uno necesita una cirugía y no tiene con qué pagar?
— Menos mal el decreto permite que si un paciente no tiene plata, puede
pagarle a la clínica en especie: plasma, un órgano… o servir de material didático pa los estudiantes de medecina.
— ¿Y entonces qué quedó cubriendo el bendito POS?
— Uñeros, ronchas, orzuelos, verrugas, fuegos, vientos encajaos, hipos,
nacidos recién nacidos y enconos que no superen el tamaño de una moneda de cincuenta pesos… Ah, y virus nacionales.
— ¿Y los embarazos?
— Los consideran pre-esistencia… Pero tiene otra cosa buena el tal decreto:
un convenio con el supermercado Ésito… Entonces por ejemplo vos llegás a
urgencias con una herida y te cogen 15 puntos, esos puntos los pagás con tus puntos Ésito.
— ¿Y el Gobierno cómo sabe si uno tiene capacidá de pago?
— Muy sencillo: en el quirónfano, aparte del cirujano y el anastesista,
habrá un delegado de la DIAN y otro de pensiones y cesantías… Pero si tu
capacidá de pago es lamentable entonces llaman un cura.
— Ah, bueno, por lo menos los santos óleos sí los cubre el POS.
— Depende… Si pertenecés al Sisbén no te ponen óleos sino vinilos. Y si te
morís, la anchura del túnel de la muerte también depende de si sos del
régimen contributivo o susidiao.
— ¿Y qué pasa si uno se les muere sin pagar?
— Las EPS van a tener espiritistas en sus departamentos de Cartera, de modo que te invocarán con güija pa renegociar la deuda y si no, te pasan a cobro jurídico y te embargan las cenizas.
— Qué ironía: el Gobierno nos quita la salú y más sin embargo se opone a la
eutanasia.
— Lo más preocupante de esta reforma es que los médicos que receten cosas distintas a cetaminofén los van a sancionar: los trasladan pa Venezuela.

sábado, febrero 06, 2010

Colombia, bicentenario de "corrupción" 1.

A "Uribio" le sacan los trapitos al sol, y el muy "marrano" con su carita de yo no fui, trata de despistar a los académicos de Colombia... obviamente no lo puede hacer, y muere en el intento. Será que la mayoria de los colombianos aptos para votar, serán tan "uribestias" de votar nuevamente por él, o por alguno de sus secuaces que lo sucedan, si la reelección se le cae?...
Colombia esta llena de mujeres berracas... una de ellas es Claudia Lopez...

Safo o el amor de las muchachas.

Safo o el amor de las muchachas. de Armando Esparza