miércoles, agosto 29, 2012

Antinoo

Irreverente cabeza,
Cúpula que hace desangrar
Las neuronas por su salomónica columna,
Agrietada aquí y allá
Bajo la tormenta de iras, mentiras
Y sospechas Meditabunda.
Imberbe torso desnudo,
Soñador de imperiales caricias.
Rapsodia de hombre común.
Bajo lar de mi existencia,
Templo de la diosa
..... Sangre y espuma.
Monte sicalíptico de incienso bitinio,
Desmelenada raíz de mis instintos,
Prístina sabana, lugar común,
Colosal monumento de mis entrañas. Distante efebo plúmbeo
Dios aguerrido de mis instintos,
Invoco tu sexo
............ Esbelto
..... Majestuoso,
En medio del recuerdo.

Composición número nueve !

Torso dorado y firme del guerrero.
Cetro entre dos columnas apostado.
Sueño entre los rigores del soldado.
Plácida desnudez del compañero.

Sus musculosos brazos pendencieros,
al abrazar el cuerpo de su amado,
en suaves armaduras se han tornado,
para sentir la piel de su lancero.

Y entre el sudor sus cuerpos se deslizan.
Con violento ardor se reconocen.
Entre sus labios: bocas que se gritan.

Y entre sus pechos almas que se encogen.
En su pasión se funden y se agitan.
En su calor sus vidas se recogen.

Safo o el amor de las muchachas.

Safo o el amor de las muchachas. de Armando Esparza