sábado, mayo 16, 2009

"Si esto no es una DICTADURA que es?

Bien lo dice la Banda Bersuit Vergarabat...
"Y si te viene alguna duda
vení agarrala que está dura
si esto no es una dictadura,
que es? que es?"

"...Y ya no hay ninguna duda
se está pudriendo esta basura
fisura ya la dictadura
del rey...!"

"Volió la mala fue corta la primavera
cerdos miserables comiendo lo que nos queda
Se llevaron la noche, nuestra única alegría."


El "despeluque de Uribito"

Es bien sabido que al Presidente Uribe no le gusta comprometerse en sus respuesta y que prefiere evadir aquellas cosas sobre las cuales no "le conviene" pronunciarse, siempre con su soberbia característica y ramploneria desbordante. En charla con el periodista argentino de la BBC Mundo, Julián Miglierini, le dió uno de sus acostumbrados "despeluques".

http://www.youtube.com/watch?v=v232canVLFU

Los Colombianos sabemos que la supuesta "Seguridad Democrática" es una farsa, sustentada en la corrupción.

http://www.youtube.com/watch?v=sUDFAW3mVDc

En Colombia NO hay democracia, solo un burdo modelo fascista y el inicio de un gobierno dictatorial que no permite la crítica y la libre expresión.

Ante la entrevista, algunos de los comentarios fueron:

  • Perdone señor periodista, a usted le sobró gallardía y buena compostura, la que le falto al patán de presidente que tenemos.
  • Lo aprendi en mi primer trabajo, cuando llegue tarde hagase el bravo y llegue alegando asi no le dicen nada, el sr uribe se safo de la pregunta con groseria y pataneria, como no tiene a la niña vicky que le pregunta lo que el quiere.
  • Vi las groserias de Uribe con la BBC, El creyo q hablaba con Vicky Davila o uno de los sacamicas periodistas de aqui.
  • A los psiquiatras de uribe se les olvido darles sus pastillas. Se le salio el demente que tiene aborotado en la releccion.
  • Que actitud tan despreciable la de Uribe ante una pregunta valida Este tipejo no respeta a nadie y al final termino enredando la respuesta como buen culebrero . En aguas turbias se mantiene.

Comentarios tomados de el ElPais.com

domingo, mayo 10, 2009

Uribe de nuevo? NOOOOO

... 8 un desastre
... 12 ya sería una estupidez.
Se acerca la aprobación del texto del referendo que le daría luz verde a una nueva reelección del presidente con más escándalos por corrupción de la historia de Colombia.

Quedan pocos dias para darle el trámite final a la aprobación del texto del referendo que le otorgaría al señor Uribe la posibilidad de gobernar por un periodo más a nuestro empobrecido pais. Sólo falta la etapa de conciliación por parte de la comisión respectiva para estos menesteres... Lo que nos pone a los Colombianos con más de dos dedos de frente y que miramos más allá de nuestras narices en la tarea de analizar las graves implicaciones que esto le traería a nuestro prostituido "remedo de democracia".

Para quienes hemos estudiado a fondo la situación nacional nos duele profundamente que la maquinaria política sin ninguna vergüenza pero si con mucho poder financiero, tape los ojos de los desprevidos ciudadanos y compre conciencias a cambio de migajas y de favores políticos que aún trascienden nuestras fronteras.

Pese a tantos escándalos, en donde hasta sus "honorables" hijitos se encuentran relacionados, el señor presidente goza de un alto nivel de popularidad... al menos eso es lo que nos dicen las encuentas (habrá de creerles?)... será que es la mayoria, una masa ciega que como borregos corren a depositar su voto motivados por un afan masoquista para seguir siendo protagonistas de tanta corrupción que hasta asesina, disfrazando tantas muertes de inocentes bajo el nombre de "falsos positivos"?

Dios nos libre de tanto absurdo... recuerdo en este momento una frase que dice algo asi "Los paises tienen el gobierno que se merecen"... será que somos tan poca cosa que nos merecemos a Uribe como presidente nuevamente?

Saben lo que más me causa escosor? la gran inteligencia y la magnifica manera de mentir y de hacer pasar sus nefastas mentiras por inocentes verdades... hay que reconocerle a Uribe que es un "duro" en este aspecto.
Será que 8 años no han sido suficientes para que él y sus "trabajadores" hijitos llenen sus bolsillos con las multimillonarias negociaciones que hacen a costa de la posición de su "papi"?
Resulta ahora que los hermanitos Uribe Moreno (Tom y Jerry) hacen grandes negociados, mucho más lucrativos que la venta de artesanias... claramente se observa que personas al interior del gobierno realizaron lo necesario para beneficiarlos, firmando la aprobación del proyecto en Mosquera (Cundinamarca), modificando el POT, otrogándoles licencias y hasta haciéndoles excepciones de impuestos.
A cualquier otro grupo empesarial, haber logrado la aprobación de un proyecto de estos les hubiese demandado mucho tiempo y muchisimo papeleo, pero los Hermanitos Uribe lo lograron en tiempo record... porque? - blanco es y la gallina lo pone.
Resalto tambien que los periodistas que han hecho un seguimiento a estas situaciones, han sido objeto de amenazas...
Moraleja: La familia Uribe Moreno hace sus "cositas familiares" con mentiras y tráfico de influencias... y el presidente avanza en su afan de reelección a costa de trampas y balas.

NO a la reelección


El país se está deslizando gradualmente hacia una reforma constitucional que tendrá serias implicaciones institucionales: la segunda reelección del presidente Álvaro Uribe. En los próximos días, la Comisión de Conciliación del Senado y la Cámara llegará a un acuerdo sobre la modificación del texto original del referendo y con esto quedará el camino abierto para un tercer período del actual Presidente. Que esto sea casi un hecho cumplido nos obliga a analizar las consecuencias que tendrá esta medida.

La segunda reelección es mucho más grave que la primera. La anterior, a pesar de la controversia que suscitó, tenía cierta justificación política e institucional. Por un lado, se estaban obteniendo grandes avances en la guerra contra la subversión que ameritaban continuidad. Por otro, existía un consenso de que un período único de cuatro años era un plazo demasiado corto para culminar una obra de gobierno. Esta combinación de factores, jalonados por la popularidad de Álvaro Uribe, hizo posible que se rompiera el tabú que había existido en Colombia durante el siglo XX sobre los peligros de la reelección inmediata.

Una vez aprobada la reforma, Colombia quedó con un período presidencial de cuatro años con la posibilidad de una reelección para cuatro años adicionales. Esta fórmula, con sus virtudes y sus defectos, parece haber sido aceptada por el grueso de la opinión pública como un resultado de la evolución política del país, que lo deja a la par de algunas democracias anglosajonas.

La segunda reelección no tendrá ninguna de estas características. Las victorias militares contra la guerrilla se han venido consolidando y el gobierno de Álvaro Uribe no sólo llevó al conflicto armado a un punto de quiebre, sino que sentó las bases para que el proceso pueda llegar a una culminación en los próximos años. En contra de las visiones apocalípticas, varios de los aspirantes a reemplazar a Uribe tienen el talante y la capacidad para llevar a cabo esa misión. Y los que creen en fórmulas diferentes de ponerle un fin a la guerra se las presentarán al electorado para que sea este al que decida.

Así como había un consenso de que un gobierno de cuatro años era demasiado corto, también hay uno de que un período de 12 años es demasiado largo. El sistema de pesos y contrapesos para evitar arbitrariedades por parte de los mandatarios se constituyó en Colombia con base en un periodo presidencial de cuatro años. En el gobierno de la seguridad democrática esa estantería institucional se vino abajo y en la actualidad en el país sólo hay un poder: el ejecutivo. Un tercer gobierno consecutivo de Uribe sólo agravará el problema de la erosión que ha sufrido en estos siete años la separación de poderes, que es uno de los pilares fundamentales de cualquier democracia.

Los argumentos que se esgrimen a favor de la segunda reelección del Presidente son básicamente tres. 1) Que su candidatura es indispensable para mantener la gobernabilidad política del país y culminar su obra, porque, de lo contrario, se le desalinean sus tropas. 2) Que un tercer período es necesario para evitar que sus enemigos lo lleven ante algún tribunal nacional o internacional de justicia por supuestas violaciones de los derechos humanos, como le sucedió a Fujimori, 3) Que quiere ganar el referendo no para lanzarse a la reelección, sino para demostrarles a sus enemigos que fue por voluntad propia, y no de ellos, que no presentó su nombre.

Los tres argumentos carecen de validez. El de la gobernabilidad porque precisamente la razón por la cual está prácticamente paralizada la agenda legislativa y hay una incertidumbre política en el país es por la obsesión con el tema de la reelección. Por otra parte, tampoco habría mucha gobernabilidad en un tercer período de Uribe, pues el número de callos que ha pisado y de peleas que ha casado harían que desde el 7 de agosto de 2010 el país estuviera intensamente polarizado.

El segundo argumento, el de evitar los tribunales de justicia, tampoco tiene mucho fundamento. Advirtiendo que los dos casos no son comparables, basta decir que casi todos los observadores políticos coinciden en que Fujimori no estaría en la cárcel en la actualidad si no hubiera buscado su segunda reelección. La imagen de autócrata y la concentración de poder que produjo ese tercer período fueron parte clave de los elementos que desembocaron en su caída. Además, si bien durante el gobierno de Álvaro Uribe han tenido lugar excesos y aberraciones en materia de derechos humanos, no se le pueden atribuir en forma directa al Presidente de la República.

El último argumento es el más absurdo. La teoría detrás de este es que el Presidente quiere ganar el referendo no para presentarse después a la reelección, sino como un acto de vanidad política. De ser verdad esto, sería una irresponsabilidad histórica haber paralizado el país durante dos años para concentrar todas las energías nacionales en un referendo cuyo único propósito sería el de sacarse un clavo con sus adversarios.

Descartados los anteriores argumentos, el único factor razonable para justificar el tercer período es la popularidad del Presidente. Esta es innegable y probablemente merecida. Pero en los países políticamente desarrollados no se reforman las Constituciones en materia electoral por los resultados de las encuestas, y menos aun cuando el beneficiario de la reforma es el presidente de turno. Álvaro Uribe probablemente tiene como justificación el hecho de que sus homólogos contemporáneos, como Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales, están reformando sus respectivas Constituciones para durar más de una década en el poder. Pero estos son experimentos caudillistas inspirados en supuestas revoluciones socialistas o bolivarianas que no son precisamente ejemplos a seguir. Distinto al ejemplo de Lula quien, a pesar de su popularidad, ha dicho que no quiere cambiar las reglas del juego para perpetuarse en el poder.

La clase dirigente colombiana siempre se ha preciado de su tradición democrática y de no haber transitado el camino del populismo ni del caudillismo que recorrió América Latina durante el siglo pasado. En el país hay un establecimiento que defiende con convicción sus instituciones. Este ha sido en su gran mayoría uribista y considera que la obra de gobierno de los últimos ocho años ha transformado el país. El presidente Uribe desvirtuó el axioma de que ni el Ejército podía derrotar militarmente a la guerrilla, ni la guerrilla al Ejército. Hoy existe la percepción general de que el Estado está ganando la guerra.

Ese establecimiento uribista reconoce la dimensión histórica de este logro, pero en su gran mayoría considera que un tercer período presidencial es inconveniente. Todos los intelectuales y prácticamente todos los líderes de opinión están en contra; muchos empresarios que antes eran furibistas, ahora son tibios; La Iglesia Católica, por su parte, se ha pronunciado negativamente; el gobierno de Obama ha expresado abiertamente sus reservas. Y esto para no mencionar la oposición de la esposa del Presidente y de sus hijos.

Lo anterior no significa que el Presidente no cuente con apoyo popular. El respaldo del pueblo le permitiría probablemente un triunfo, pero difícilmente ya en primera vuelta. Las encuestas de Invamer Gallup demuestran que la imagen del Presidente ha perdido 17 puntos desde la Operación Jaque. Otros sondeos indican que mayorías electorales que bordeaban el 60 por ciento ahora están por debajo del 50. Con la recesión y el aumento del desempleo que se prevé para el final de este año es probable que esta cifra pueda disminuir aun más.

No deja de sorprender que el Presidente se le mida a una segunda reelección en esas circunstancias Para comenzar, el referendo desde su inicio tiene problemas de legitimidad. Enfrentará obstáculos en la Comisión de Conciliación, en el Consejo Nacional Electoral, en la Corte Constitucional y en las urnas. A esto se suma una serie de pequeñeces promovidas por el gobierno que para sus críticos son trucos de la aplanadora oficial para asegurar la reelección. En esta categoría están el intento fallido de cambiar el Registrador; la modificación de los textos de los referendos y la estrategia de unirlos en una sola fecha para que la gente salga a votar. No está probado que la razón de esas iniciativas sea la reelección del Presidente, pero un halo de preocupante sospecha ronda sus verdaderas intenciones.

Hacer malabarismos para perpetuarse en el poder es algo ajeno al talante del país y al del propio Presidente. Llama la atención que una persona de la dignidad, la inteligencia y la envergadura política de Álvaro Uribe se embarque en peligrosas aventuras caudillistas de esa naturaleza. La mayor prueba de que el tercer período de Uribe sería una reforma estrictamente personalista es que no existe un solo jurista o dirigente político en el país que no tenga la absoluta seguridad de que tan pronto el actual Presidente se retire del poder después de 12 años, se presentaría una contrarreforma para corregir ese exabrupto constitucional.

El argumento del Presidente para prolongar su mandato es que se necesita garantizar la continuidad de sus políticas para culminar su obra. Esto puede ser verdad, pero este gobierno al fin y al cabo no llega a su fin la semana entrante, sino el 7 de agosto del año 2010. Eso significa que faltan casi 16 meses. En ese plazo se pueden hacer muchas cosas.

Es evidente que la obsesión del presidente Álvaro Uribe es sacar adelante el país y evitar lo que él considera una hecatombe. Pero está olvidando que lo que saca realmente adelante a las naciones no son ni el ímpetu ni la buena voluntad de sus líderes, sino la fortaleza de sus instituciones.
Fuente: semana.com

sábado, mayo 02, 2009

Moda HomoTeen

Ambigüedad, homosexualidad y experimentación adolescente, en tiempos de YouTube, fotologs y Facebook. Las nuevas formas de la diversidad sexual. El fenómeno "HomoTeen".

A cuarenta años del Mayo Francés y de aquellos graffitis que unían la revolución al amor libre, una gran ola de jóvenes aúlla su libertad para elegir el sexo de sus parejas. Sobre el nuevo lienzo de la cultura -YouTube, fotologs, Facebook, las múltiples ventanas abiertas del Messenger y los "mensajitos" por celular- los adolescentes exhiben su forma de ser o estar en este tiempo. Y en esos soportes se cuelan también las variedades en que los adolescentes viven su sexualidad. Unos con unos, otras con otras, algunos con ambos, todos mezclados, muchos sin rumbo fijo: ¿existe una nueva sexualidad adolescente? el HomoTeen supo combinar todos los interrogantes en su cuerpo ambiguo y deseoso de mostrarse.
Está visto: para alcanzar los minutos de fama que tanto ambicionaba Andy Warhol, hoy sólo hace falta la instantaneidad de Internet o de la televisión. Claro, para que la vieja tele se ocupe de ellos, hay que sumarle algo que pueda resultar escandaloso: la sexualidad corrida de la norma es el ingrediente perfecto para ponerle picante a la enigmática receta con que se cuecen hoy los adolescentes.

Muchos dicen que los emos son gays o bisexuales, porque varones y mujeres usan el mismo peinado y los mismos atuendos. Hoy es difícil distinguirlos, pero Facundo, de 21 años, dice que eso no tiene nada que ver con la homosexualidad. "Yo uso cadenitas de colores, soy gay y tengo un fotolog, pero no soy para nada un emo: no voy a sus fiestas ni a los almacedes dedicados, no hablo como ellos ni bailo ese pasito que parece como si estuvieran pisando cucarachas", dice.

El estudiante de teatro revela que se dio cuenta a los 15 años de que se sentía atraído por su mejor amigo, pero que lo negó durante mucho tiempo. Y sólo a los 18 se asumió como homosexual. Fue un gran alivio contárselo a su madre, hermanos y amigos, y que en su entorno lo aceptaran bien. "Hoy me permito enamorarme y vivirlo libremente. Hay una mayor apertura, puedo andar tranquilo por la calle en ciertos lugares de la Capital, pero en los pueblos se complica", confía. Aunque salió con chicas, Facundo ahora está seguro de su elección homosexual.

Otros varones no están tan firmes en su decisión, aunque les gusten otros hombres. "Estoy en una etapa de mi vida donde no me gusta encasillarme, me siento inseguro", confiesa Joaquín, que estudia teatro y también artes en la U. "Aunque desde chico me gustan los varones, siempre rechacé la imagen patética del viejo homosexual. Por eso me costó muchos ataques de pánico llegar a decir que soy gay. Y aunque mi familia lo sabe, todavía es un tabú del que no se habla", dice el joven, también de 21 años, criado en un barrio donde la homosexualidad no jugaba en la calle. "Hoy me gustan los hombres, pero ¿quién sabe qué me puede gustar en el futuro?", deja señalando Joaquín.

Las dudas son moneda corriente en la adolescencia prolongada que se vive actualmente. También es verdad que la homosexualidad fue ganando aceptación en el mundo y la ambigüedad se transformó en una movida cool, de la mano de Madonna, Britney Spears, Babasónicos y Miranda. Hay chicos gays en programas para adolescentes, como el exitoso "Gossip girl". Y los "Queer guys" les siguen enseñando a los hombres heterosexuales cómo vestirse mejor y tratar mejor a sus parejas en horario central de televisión.

Como sea, la sexualidad de los adolescentes resulta tan incomprensible para los padres -ni qué decir para los abuelos- como el dialecto con el que se comunican digitalmente. Que una chica se bese con otra cuando están tiradas en el pasto ¿significa que son lesbianas? Que dos varones anden de la mano mientras toman el trago de moda en una disco, ¿los convierte en gays? ¿Andan desbocados los adolescentes, practicando sexo oral celular en mano y subiendo luego sus travesuras a la Red para que todos los puedan ver? ¿Se convirtió la ambigüedad en la norma más que en la excepción?

Para la diseñadora gráfica Marina Blanco, de 24 años, la ambigüedad es una moda que le genera nostalgia respecto de sus años previos en el mundo gay, cuando los códigos estaban más definidos. "Antes el ambiente era mucho más reducido. Ibas a un boliche y eran lo mismos de siempre. Ahora aparecen los floggers, los emos... está muy de moda. La mayoría de estas tribus lo hace porque les da lo mismo, por apariencias o por curiosidad, no porque les guste estar con una chica o un chico".

Acaso por el deseo de los adultos por mantenerse jóvenes siempre, su mirada se exacerba sobre la sexualidad adolescente. Pero que los chicos, y especialmente las chicas, se animen a explorar más allá de los mandatos de la heterosexualidad no significa que la bisexualidad y la androginia sean el destino de estos jóvenes, dice el doctor en Ciencias Sociales Daniel Jones, investigador del grupo de Estudios sobre Sexualidades del Instituto Gino Germani de la UBA.

La sexualidad, es cierto, se manifiesta más tempranamente hoy que años atrás. Hace una década, la iniciación sexual se daba a los 16 ó 17 años en Colombia. Hoy, la edad del debut se ubica en los 15 años oficialmente. Aunque un reciente informe del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam) revela que una de cada diez nenas de 12 años ya se inició sexualmente. La mayoría de los adolescentes, el 68 por ciento de esta encuesta, debuta entre los 14 y los 15 años. Y apenas un tercio de los padres dialoga abiertamente sobre sexualidad con sus hijos.

Según otro estudio dado a conocer este año, un 10 por ciento de los alumnos que pasaron la primaria declara haberse iniciado sexualmente antes de los 13 años. En noviembre de 2007, por primera vez en la Argentina se aplicó la encuesta mundial sobre Salud Escolar (GSHS), en 1.980 alumnos de escuelas secundarias públicas y privadas de todo el país. Reveló que un tercio de los chicos entre 13 y 15 años había tenido sexo con penetración en los últimos 12 meses, y que un 18 por ciento lo había hecho con dos o más partenaires.

Sin embargo, no existen estudios académicos en la Colombia que exploren la diversidad sexual en la adolescencia. "Cada tanto, se genera un pánico moral respecto de los adolescentes", apunta el sociólogo Jones. "Pero los chicos y chicas no están tan preocupados como los adultos por su sexualidad".

La palabra "novio/a" ya no se usa como antes. Entre los adolescentes está aceptado el ensayo y error. Y aunque la monogamia todavía cotiza alto, ninguno se ofende si se la practica en forma serial. Es decir, pueden estar una semana o un mes con alguien, y luego con otro/a, y todo bien.

Los expertos también coinciden en que el sexo oral se convirtió en una especie de ritual de iniciación a la sexualidad, un acto que suele darse en el contexto de una complicidad grupal y que busca, al igual que Internet, un placer instantáneo, veloz, acorde con los usos y costumbres actuales.

Algunos psicoanalistas dirían que se trata de una regresión al estadio más primitivo de la sexualidad, que Freud denominó "fase oral" y que se caracteriza por encontrar placer a través de la zona de la boca y sus mucosas. Pero otros, siguiendo a Lacan, piensan que la elección sexual se construye en la infancia pero puede modificarse en la pubertad. Experiencias en grupos y encuentros azarosos durante la adolescencia pueden fijar el tipo de relación que se tendrá con el otro sexo.

Los adultos no entienden la súbita "epidemia" de ambigüedad, homo y bisexualidad. "Por un lado, el mundo joven les resulta opaco a los padres. Por el otro, los adolescentes de las grandes urbes y de clase media hoy se muestran mucho más públicamente, mientras experimentan con su sexualidad y usan una estética más andrógina", agrega Jones.

Cuando se le pregunta a una joven que cursa el bachillerato si se tocan y besan las chicas hoy en cualquier parte, o si ve más lesbianas entre sus amigas, la respuesta es gráfica: "No entiendo lo que me preguntás. Una cosa es hacer y otra es ser".

La diferencia no es menor. Los adolescentes suelen experimentar con muchas cosas, y entre ellas está el sexo y el género de sus parejas. Según la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), los adolescentes se animan cada vez más a revelar sus diferencias sexuales y a vivir su sexualidad sin miedos ni prejuicios. Muchos se acercan a la organización desde los 14 años y se animan a decírselo a los padres, que, a su vez, hacen ahora un mayor esfuerzo por entender.

Hace 10 años era más común no aceptar la sexualidad de los jóvenes, afirma Luis de Grazia, coordinador de un grupo de jóvenes homosexuales. Dice que desde entonces cambiaron muchas cosas: la visibilidad de gays, lesbianas y transexuales, por ejemplo, ayudó mucho. "Sin embargo, esto no significa que los chicos dejen de ser acosados en la escuela y por sus compañeros. Y la ambigüedad sexual tiene su costo: hay otros chicos, adultos o incluso medios que los tildan de putos, aunque ellos no compran esos prejuicios", aclara. "Hoy es más fácil salir del closet, pero no creo que sea fácil", coincide desde EE. UU. Jim Osborn, ex responsable del grupo de apoyo a gays de la Universidad de Wyoming, en entrevista con Newsweek.

Aunque apenas tiene 15 años, Teresa conoce bien la discriminación contra los homosexuales y las dificultades de las chicas para hablarlo con los padres. También sabe que es lesbiana desde hace tiempo, y mucho más ahora, que está enamorada de Palmira.

"Creo que me di cuenta ya de pequeñita porque siempre estaba con los chicos. Me fijaba más en las chicas porque veía a los chicos sólo como amigos... y a las chicas como un reto", narra por e-mail desde España.

Pelirroja y de ojos verdes, amante del fútbol y las fiestas, Teresa cuenta que vive en un pueblo pequeño y de mentalidad muy cerrada.

"Aquí nadie sale del armario porque ponen etiquetas a todas las cosas, y no me gusta. Las personas creen que es como una enfermedad pero, si te digo la verdad, eso te pasa... te ocurre sin avisarte. Da igual si es hombre o mujer: la cuestión es estar bien con esa persona", escribe.

Ante la caída de los dioses o los reyes magos, los adolescentes chapotean como pueden la época más compleja de sus vidas. Se sabe que, durante esta etapa, la construcción de la identidad se mezcla con la ebullición hormonal.

Pero, ahora, se suman la velocidad de los cambios externos, la falta de normas y horizontes, las presiones del consumo, la confusión de roles, las angustias de los adultos, que tampoco saben qué hacer, el bombardeo constante de la seducción sin eufemismos, y siguen las firmas.

"La sociedad contemporánea, regida por el mercado, da lugar a un hedonismo generalizado y a la caída de la norma paterna. Esto implica cambios en el momento particular de la pubertad en que los jóvenes se confrontan con su sexualidad", agrega Kuky Mildiner, psicoanalista de la Escuela de Orientación Lacaniana.

La inmediatez y el vértigo de la era de la imagen modifican las relaciones. Sin límites entre lo privado y lo público, chicas y chicos consumen relaciones como objetos mostrados desde una vidriera. "La posición sexuada, el definirse sexualmente como hombre o mujer, es algo que se elije, no viene dado", explica Mildiner. "Pero hoy todo el mundo quedó del lado de la no decisión. Los jóvenes no se hacen responsables de su deseo a través de una elección", apunta la psicoanalista.

La salida temprana del placard alivia a los jóvenes homosexuales, que ya no tienen que reprimirse. Pero lo que antes se fantaseaba, ahora se actúa de inmediato. Antes, una chica podía fantasear con otra joven, en la clásica forma de la histeria femenina. Hoy, en cambio, puede pasar directamente a tenerla, aunque está claro que no todos los jóvenes que mantienen relaciones con personas del mismo sexo serán homosexuales o lesbianas.

Hay algo de hipocresía en la actitud de los adultos frente a los adolescentes actuales, porque pareciera molestarles más su actitud desafiante y exhibicionista, o su desparpajo, que lo que hacen en sí. Después de todo, el sexo oral, anal y genital cunde entre las sábanas y las fantasías de los padres que tanto se horrorizan.

Las relaciones homosexuales parecen tan comunes entre los adolescentes como entre los adultos. Por ejemplo, un estudio nacional realizado en 2002 en EE. UU. mostró que un 11 por ciento de las jóvenes entre 15 y 19 años había tenido por lo menos un encuentro sexual con alguien del mismo sexo. Precisamente el mismo porcentaje que declararon las mujeres de entre 18 y 44 años.

Safo o el amor de las muchachas.

Safo o el amor de las muchachas. de Armando Esparza