lunes, agosto 11, 2008

Salir del Clóset... y no morir en el intento.

Salir del Clóset... y no morir en el intento.
Muchos me han preguntado cómo hacen para “salir del closet” y siempre mencionan el hecho de revelar su orientación sexual ante la familia o amigos y siempre caen en el mismo temor de ser rechazados.
Salir del closet es un proceso, debe ser un proceso gradual. Es muy común que uno “se destape” con un amigo cercano o con algún miembro familiar con el cual se tenga la confianza, y se suele esperar un tiempo más prudencial para continuar con otras personas. Algunas personas se destapan en sus trabajos pero no en su casa, o viceversa. Por ende, uno no se “destapa” y ya ha cumplido su labor, siempre viene la decisión de hacerlo con cada nueva persona que se conoce o en cada nueva situación que se presente en la vida.
También es muy común escuchar el término “destaparse con uno mismo”, queriendo decir con esto que uno debe reconocer que es gay, lesbiana, bisexual o persona trans. Creo que este sería el primer paso en todo este proceso que les menciono; y siempre conlleva a una búsqueda interna de nuestros deseos y expectativas en la vida. Apuesto que muchos han pasado por esa etapa inicial antes de “salir” en donde pensaron que solo pasaban por una etapa, o que su conducta podría ser algo maleable y que podría cambiarse. Muchos incluso rechazaron sus propios sentimientos por motivos sociales, morales o religiosos. Este proceso debe siempre comenzar con una auto aceptación.
Para aquellos que deseen indagar más sobre estas etapas, les recomiendo buscar esta traducción que existe sobre el modelo que actualmente se usa con mayor frecuencia. Se le denomina CASS IDENTITY MODEL (Modelo de Identidad de Cass) ya que fue establecido por Vivienne Cass en el año de 1979.
No hay una edad para “salir” pero para aquellos que lo descubren a temprana edad y que viven en hogares muy castrantes y represivos, les recomiendo que luchen por su identidad, procuren hacerse de un futuro económicamente solvente y lo más pronto posible y a medida que las circunstancias de vida lo permita, convertirse en personas independientes económicamente. ¿Por qué digo esto? Porque el mayor temor siempre es: "que mi mamá y mi papá me rechacen y me boten de mi casa". Siempre considero que se espere un tiempo prudencial en donde ustedes mismos se conozcan más a fondo, cuando llegue el momento, y sepan que pueden seguir con una vida independiente de los padres entonces van y les dicen. Otras personas ni siquiera ven la necesidad de ello, ya que viven en hogares más tolerantes ante estas situaciones. No olvidemos que ningún padre o madre quiere que su hijo o hija sufra, y muchos ven el estilo de vida gay plagado de sufrimientos.
Sé que no es fácil, pero lo importante es centrarse y establecer prioridades en sus vidas. Lo ideal es mantenerse honesto con un mismo. No siempre se debe usar la identidad sexual como carta de presentación, nadie anda por ahí diciendo: ¡Hola! me llamo Julia Patricia y soy homosexual…
Nuestras amigas de www.lesbicanarias.es han realizado un muy buen artículo al respecto, que aunque se orienta más a las lesbianas, bien podría aplicarse a los hombres. Ofrecen buenos consejos de lo que deberías o no deberías hacer al momento de salir del closet.
Espero que este pequeño artículo haya servido de alguna forma a aquellos que tanta ansiedad les produce el hecho de “Salir del Closet”.

Ser marica... cuestión de hombres.

Ser marica, cuestión de hombres.

Por Manuel Velandia.

Lea texto completo en http://www.semana.com/wf_InfoBlog.aspx?IdBlg=29

En los años 40 en Bogotá, Colombia, a los homosexuales se les llamó "Josefinos"; posteriormente, en los 60 se les denominó "de ambiente"; un poco mas tarde, en los 70, se puso muy de moda entre los homosexuales llamarse a sí mismos "gay"; muy a finales de los 80 y el inicio de los 90 se introdujo la moda de denominar a los heterosexuales "straight". ¿Si el heterosexual es "straight", yo soy torcido? Tan sólo se explica lo que es extraño, diferente, anormal, lo que no es la maravillosa heterosexualidad. Si ustedes consultan cualquier libro sobre la sexualidad que explique las orientaciones sexuales encontrarán que más del 75% de sus páginas se dedican a la homosexualidad, un 15% a los y las bisexuales y el porcentaje restante, a las lesbianas; porque ellas por ser mujeres "no existen" y no requiere explicación aquello que no existe. Los heterosexuales parecieran ser el modelo que no requiere explicación. No soy un gay, aun cuando semánticamente la palabra tenga existencia en español. En inglés gay, en su significado primigenio, es alegre, divertido y a partir del movimiento de Stone wall, en 1969 se le agregó la connotación militante a la idea de lo gay. No uso la palabra gay porque como acto político de resistencia, en el movimiento homosexual colombiano, decidimos usar la palabra "guëis", para referirnos a esos militantes homosexuales. Se pronunciaba y escribía tal y como un hispano-parlante común y corriente como usted o yo, lo haría. Tampoco soy gay, porque cuando pienso en mi amor por otros hombres no siempre me pienso como un sujeto político (...) No soy un homosexual porque (...) yo, no soy un enfermo, tampoco lo considera así la Organización Mundial de la Salud (OMS). La palabra "homosexualidad" sugiere muchas cosas distintas, (...) Soy una marica, (...) "Soy una mariquita": la más minúscula de todas, no por bajita, sino porque deseo reivindicar en mi a la más excluida de todas las excluidas, la "loca mariquita". Soy "loca" (...) "soy una loca mariquita". (...) Usted puede denominarme como guste, esa es su decisión, que la mía es ser feliz, y eso es lo que soy.

Safo o el amor de las muchachas.

Safo o el amor de las muchachas. de Armando Esparza